Revista Cuatrimestral “Conecta Libertad” Recibido (Received): 2023/08/01
Vol. 7, Núm. 3, pp. 54-61 Aceptado (Acepted): 2023/09/02
ISSN 2661-6904
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Bajo cuya premisa, las instituciones educativas que ofertan carreras técnicas –
tecnológicas superiores, realizan esfuerzos para el cumplimiento de los indicadores de
calidad planteados por el CACES, con miras no solo de la acreditación, sino el satisfacer las
necesidades de los bachilleres que optan por este tipo de formación y del sector económico
del Ecuador. En igual documento rector se plantea como meta complementaria el promover
considerablemente, a nivel mundial, “el número de jóvenes y adultos que tienen las
competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el
trabajo decente y el emprendimiento” (ONU, 2015, pág. 30).
Debido a ello, la oferta académica de los ESTT se debe actualizar de acuerdo con la
realidad productiva y social de su entorno, a fin de cubrir la demanda, para estar preparados
para la entrega de un servicio educativo de calidad, que supla las necesidades de doble vía,
la primera: las expectativas, deseos y anhelos de superación de las clases sociales y, la
segunda, los requerimientos de personal cualificado en el sistema económico del país.
Educación Técnica-Tecnológica
La acepción de educación técnica-tecnológica, relativamente reciente para los países
Latinoamericanos, existió desde los inicios de la civilización con las prácticas metalúrgicas
y de agricultura, el tratamiento del vidrio en vitrales a las iglesias, la herrería, entre otras
actividades consideradas durante décadas como oficios (Tomasselli, 2018). Este grupo
objetivo sin titulación es identificado por el sistema educativo, por la necesidad de
profesionalización, dando origen a la generación de la educación técnica, que inicia como un
post-bachillerato, de formación complementaria del bachiller.
Ante la nueva dinámica de formación profesional en América Latina, surgen los
bachilleratos técnicos, que en el Ecuador fueron regentados por el Ministerio de Educación
y la Dirección de Educación Técnica. Por consiguiente, a partir de “1977 se crea el post ciclo
diversificado. El mismo consistía en una carrera en áreas técnica, tecnológica, de artes y
pedagogía con una duración de dos años posteriores al ciclo diversificado o actual
bachillerato” (Tomasselli, 2018, pág. 15).
Las necesidades sociales de profesionales altamente cualificados en el Ecuador dan lugar
a una oferta educativa de corte técnica-tecnológica, legalmente aceptada en la Ley Orgánica
de Educación Superior (LOES) como parte del Sistema Nacional de Educación Superior
Ecuatoriano.
En la actualidad, la citada ley, en su última reforma publicada en el Tercer Suplemento
del Registro Oficial 245, del 07 de febrero de 2023 (Artículo 14.), incluye a los institutos
superiores técnicos, tecnológicos, pedagógicos y de artes como Instituciones de Educación
Superior (IES). Ante esta realidad, en el Ecuador los ESTT, responden a una estructura legal
y reglamentaria robusta, pues, partiendo del artículo 352 de la Constitución (2008), este tipo
de entidades integran el SES. De igual manera, son ratificadas en el artículo 14 de la LOES,
a fin de cumplir con principios esenciales que se decantan desde los lineamientos
internacionales postulados por la UNESCO, como una necesidad e impartir Educación para
Todos, bajo un precepto de Calidad Educativa, de accesibilidad para todos, siendo concebida
esa educación: “como un bien público y un derecho humano fundamental que los Estados
tienen la obligación de respetar, promover y proteger, con el fin de asegurar la igualdad de
oportunidades en el acceso al conocimiento de toda la población” (UNESCO, , 2007, pág. 5).