Revista Cuatrimestral “Conecta Libertad Recibido (Received): 2022/10/20
Vol. 6, Núm. 3, pp. 14-28 Aceptado (Acepted): 2022/11/07
ISSN 2661-6904
16
Alineados a los objetivos de la Agenda 2030, en el Ecuador se ha establecido como
meta global el “aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen
las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al
empleo, al trabajo decente y al emprendimiento” (ONU, 2018, pág. 28).
Al respecto, Tomaselli (2018) Consultor de la División de Desarrollo Social de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), enfatiza que en la región
los ITT constituyen el medio para brindar una “educación que promueva la adquisición
de capacidades para el trabajo a fin de lograr una incorporación exitosa en los mercados”
(pág. 7).
Haciendo una retrospectiva en el Ecuador, la formación técnica-tecnológica nace a
partir de los colegios técnicos emblemáticos regentados por la Dirección Técnica de
Educación del Ministerio de Educación y Cultura, organismo estatal que la conceptualiza
como “aquella parte de la educación que se ocupa de impartir conocimientos y destrezas
o capacidades para el mundo del trabajo” (MEC, 2021, pág. 9).
Con la Constitución de 1998 se da paso a la inserción de la formación técnica-
tecnológica al SES siendo regentada por el Consejo Nacional de Educación Superior
(CONESUP). A partir de esta Constitución los ITT fueron sometidos por primera ocasión
a un proceso de evaluación institucional, con la intervención del Consejo Nacional de
Evaluación y Acreditación de la Educación Superior del Ecuador (CONEA), el cual
emitió su informe final en el 2009 en el que se evaluaron tres criterios: administración,
docencia y estudiantes.
En la actualidad, los ITT son considerados como “instituciones de educación superior
técnica y tecnológica (ISTT)” (CES, Ley Orgánica de Educación Superior, 2010),
reconocida como entidades de formación de tercer nivel o de grado.
La finalidad de los sistemas de evaluación de los ISTT, desde las entidades asignadas
por el órgano rector en Educación Superior, es el mejoramiento de la oferta técnica-
tecnológica intermedia a formación superior, a fin de formar profesionales competentes,
altamente cualificados con perfiles solventes en una formación científico-técnica,
tecnológica y humanística. En este sentido, es muy importante lograr la articulación de
las necesidades de los sectores productivos nacionales y la oferta educativa pertinente a
sus requerimientos. Esto se ha venido logrando mediante el trabajo integral de funciones
sustantivas en los ISTT: docencia, vinculación con la sociedad e investigación (CES,
2022).
Estas entidades han venido ofertando servicios educativos en áreas del conocimiento
relacionadas con Educación, Administración, Humanidades, Ciencias Sociales,
Ingenierías, TIC, Salud, y demás servicios para la profesionalización en ”nivel técnico
medio, post bachillerato y técnico superior (UNESCO, 2021, pág. 26).
Se incluye, además, la enseñanza teórico-práctico-productiva en las siguientes áreas:
agrícola y pecuaria, minería e hidrocarburos, recursos hídricos y gestión ambiental,
energías renovables y no renovables, industria y transformación, edificación y obra civil,
electrónica, electricidad, mecánica y tecnología de la información y comunicación,
siendo, por tanto, considerada como oferta educativa de nivel técnico medio post
bachillerato y técnico superior (UNESCO, 2021).
De igual forma, las carreras ofertadas por los ISTT se encuentran enfocadas al
desarrollo de competencias técnicas y tecnológicas prácticas de sus estudiantes, por
cuanto estos son anclados al mundo laboral en los niveles de la estructura jerárquica
operativa empresarial. En tal circunstancia, los proyectos educativos son considerados
integrales con una dimensión formativa como aporte al desarrollo de las capacidades